La enfermedad celíaca es única en el sentido que sólo es disparada por un alimento muy específico, el gluten. Cuando una persona celíaca come gluten, las vellosidades (extensiones epiteliales que permiten tener una mayor capacidad de absorción) del intestino delgado se ven seriamente dañadas bajando el nivel de absorción de alimentos. Ésto se debe a una respuesta auto inmune al gluten. Las vellosidades dañadas no absorven de manera efectiva nutrientes básicos como las proteínas, carbohidratos, grasas, vitaminas, minerales e incluso en algunos casos agua.
si la enfermedad celíaca no es tratada, el daño a nivel intestinal puede ser tan grave que incluso puede poner en riesgo la vida del paciente.
La dermatitis herpetiforme es la manifestación cutánea de la enfermedad celíaca caracterizada por ampollas y una piel muy sensible e irritada. Las zonas más afectadas suelen ser el rostro, codos, rodillas y nalgas. Los pacientes con dermatitis herpetiforme pueden tener daños intestinales sin síntomas gastrointestinales asociados.
La dermatitis herpetiforme se diagnostica mediante una biopsia de la lesión. Más del 85% de los pacientes con dermatitis herpetiforme presentan una gran sensibilidad al gluten por lo que todos los pacientes deben abstenerse de ingerir gluten en cualquier forma.
Desórdenes autoinmunes asociados
Diabetes insulino-dependiente (tipo 1), enfermedades del hígado, Síndrome de Hashimoto, lupus, enfermedad de Addison, hepatitis crónica, artritis reumatoidea, síndrome de Turner, alopecia y esclerodermia.
Otras enfermedades relacionadas con la enfermedad celíaca
Síndrome de Down, Fibromialgia, síndrome de fatiga crónica y el síndrome de Williams.