La levadura nutricional es considerada un suplemento alimentario por su aporte en proteínas de alto valor biológico, además es rica en vitaminas, minerales y fibra. La levadura nutricional, igual que la levadura de cerveza y la levadura para pan, es una cepa de Saccharomyces cerevisiae, su aspecto es similar al de la levadura de cerveza, se presenta en copos, hojuelas o escamas secas, pero tiene ciertas diferencias, una de las principales es que la levadura nutricional no fermenta porque está desactivada. Para el cultivo de estas levaduras se utiliza la melaza de remolacha azucarera o la melaza de caña de azúcar. En el caso de la levadura nutricional, una vez que está lista, se desactiva con calor. Luego se cosecha, y se procede a su lavado, secado y envasado. La levadura apta para el consumo humano es una levadura inactiva generalmente seca con aproximadamente 5 por ciento de humedad. La definición propuesta por la Unión Internacional de Química Pura y Aplicada (IUPAC) y luego por la CEE según lo convenido por el Parlamento Europeo es la siguiente: «la levadura alimenticia es una levadura que ha sido inactivada y secada, que no presenta actividad enzimática, no ha sido expuesta a ningún procedimiento extractivo y no contiene aditivos».
La levadura nutricional no amarga como la levadura de cerveza, ofrece un sabor salado y combinada con algunos alimentos puede sustituir al queso, por eso es un ingrediente que se utiliza a menudo por veganos y vegetarianos. Es rica en proteínas de alto valor biológico, es decir, sus proteínas contienen todos los aminoácidos esenciales. También contiene vitaminas, destacando las del grupo B, y minerales como el hierro, fibra… y es de fácil digestión. Por su composición en aminoácidos, este tipo de levadura es un suplemento útil que puede ser empleado con otros concentrados proteicos.
Este aliado de nuestras dietas puede utilizarse espolvoreado sobre todo tipo de platos, ensaladas, verduras, pasta, legumbres, también podemos incluirlo en batidos, bebidas, yogures, salsas.