De acuerdo a una leyenda china, hace 5.000 años, el emperador Shen Nung estaba viajando por el campo, las aguas estaban contaminadas y no podían beberse por lo que pidió que hirvieran un poco para poder beberla. De repente, una hoja de te voló en el aire y cayó en la taza del emperador, éste que era un emperador muy curioso, la dejó reposar un tiempo y luego bebió la tisana, así es que nació el té.

El té blanco se volvió popular en China durante la dinastía de Song (960-1279). Era la bebida preferida de la corte real y se la daba como tributo al emperador. Las hojas de té blanco eran reducidas a polvo que luego se hervía durante la ceremonia del té y marcó el inicio de la famosa mundialmente ceremonia japonesa del té.

Uno de los emperadores de la dinastía Song, Zui Zong (1101-1125) se obsesionó tanto por encontrar la planta de té perfecta que perdió gran parte de su imperio.

Luego de siglos, se reemplazó el uso de polvo de té por el uso de hebras.

En 1885, algunas plantas muy selectas de té evolucionaron en el hoy conocido té blanco.

El té blanco ha recorrido un largo caminoen la historia pero ha llegado a América hace muy poco tiempo, ahora, con la nueva tendencia a reencontrarse con la milenaria bebida, quizás vivenciemos un renacimiento del rey de los tes.

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