Qué es la flor de hibisco y de dónde procede
El hibisco es de la familia de las malváceas, como la flor del algodón y la de cacao entre otras. Es un arbusto floral que crece de forma natural por las regiones tropicales y subtropicales del planeta, siendo muy abundante en lugares como Sudamérica, Hawái, África, etc., aunque podemos verla en cualquier parte del mundo.
Para qué se usa la flor de hibisco
La flor de hibisco es una planta con muchas aplicaciones y su uso es variado según el país, llevándose la mayor parte de nuestra dieta la especie Hibiscus sabdariffa.
En algunos países consideran las flores de hibisco como parte de su alimentación, en otras regiones se aprovechan las semillas para hacer aceites, tanto alimentarios como con usos medicinales, y hasta los extractos de flor de hibisco son utilizados en la industria farmacéutica y alimentaria.
Aunque de la flor de hibisco se utilizan desde las semillas hasta las raíces, actualmente las formas de consumo más extendidas son tomar la flor deshidratada y/o tomar la flor seca/polvo en forma de infusión, muy apreciada y extendida por su rico sabor a frutos rojos y sus grandes beneficios para la salud.
Propiedades y beneficios de la flor de hibisco
Contiene abundantes ácidos orgánicos, como el ácido hibísico, málico y tartárico, además de mucílagos, fitosteroles y pectina, y se considera una fuente privilegiada de vitamina C. Todo ello hace que sus propiedades sean múltiples, pudiendo destacar entre ellas las siguientes:
- Antioxidante: Es antioxidante porque posee óxido ascórbico y ácido nítrico, que evitan la aparición de radicales libres que están vinculados a ciertas enfermedades graves, entre ellas el cáncer.
- Vitaminas: Contiene vitamina C, tiamina y riboflavina, que nos refuerza el sistema inmunitario y nos ayuda a reducir el colesterol.
- Regula la presión arterial alta: Si padeces de tensión alta, la infusión con hojas de flor de hibisco secas es una buena opción para tratar la hipertensión arterial, puesto que tiene una elevada capacidad para eliminar líquidos y, por su alto contenido en flavonoides, logra que nuestra presión arterial se reduzca.
- Ayuda a bajar de peso: La flor de hibisco para adelgazar es perfecta, ya que tiene cierto efecto saciante y es diurética, por lo que el hibisco en infusión es la bebida ideal para acompañar esos días de dieta.
- Problemas digestivos: Facilita la digestión y es laxante. Elimina la acidez estomacal y puede curar tanto la gastroenteritis como el estreñimiento.
- Ansiedad: Es excepcional para la ansiedad y también cuando existen problemas para dormir, ya que una infusión de flor de hibisco produce un efecto relajante.
- Diurético y antiséptico: El hibisco actúa como un efectivo diurético y antiséptico, siendo válido para tratar las infecciones en el tracto urinario y para favorecer la inhibición de agentes patógenos.
- Demulcente: Las flores son demulcentes, protegen las mucosas de los conductos respiratorios y mitigan la irritación de garganta. Bien combinada, resulta de utilidad en caso de afecciones respiratorias con congestión, como resfriados, estados gripales y bronquitis.
- Caída del pelo: Puede frenar la caída del cabello gracias al gran contenido de nutrientes que posee (aminoácidos, vitamina A, vitamina C y ácidos alfa hidroxi), capaces de estimular el colágeno, que resulta muy bueno para mantener la fibra capilar sana, fortalecer las raíces y engrosar el cabello añadiendo volumen. Además, sirve para prevenir la sequedad del cuero cabelludo, evitando el frizz, las puntas abiertas y la caspa.
- Disminuye la tasa de alcohol en sangre: En algunos países aprovechan las propiedades desintoxicadoras que tiene el hibisco y utilizan el extracto de esta planta para disminuir rápidamente los niveles de alcohol en sangre.