Alimentación y Ejercicio, Pilares de la Vida Sana
Todos podemos conseguir una Vida Sana si prestamos un poco más de atención a nuestra alimentación y a la actividad física que realizamos a diario, que son los dos elementos fundamentales para lograrlo.
Para conseguir una Vida Sana no es necesario someterse a un entrenamiento intensivo y profesional, existen diferentes actividades físicas que podemos hacer, las hay para gente de todas las edades y sexos.
Hacer ejercicios genera grandes beneficios en diferentes aspectos de nuestra vida. En lo emocional nos ayuda a mejorar nuestro estado de ánimo puesto que la actividad física disminuye la ansiedad, el stress y la depresión, genera espacios para conocer otras personas, nos distrae de las preocupaciones cotidianas y contribuye al aumento del autoestima.
Desde el punto de vista físico, hacer alguna actividad física de forma regular permite alcanzar y mantener un peso saludable, controlar los niveles de presión arterial, colesterol y azúcar en la sangre, además de fortalecer nuestro cuerpo.
Existen diferentes opciones y se adecúan para cada quien: Caminar al aire libre o en la cinta, andar en bicicleta, correr, nadar, bailar, clases en el gimnasio, aparatos, Pilates y yoga, son sólo algunas de entre todas las actividades que podés elegir. Lo importante es la constancia, realizar la actividad de forma regular, el tipo de ejercicio y la intensidad dependerán del objetivo y posibilidades de cada uno.
Solemos evitar hacer ejercicios bajo cualquier pretexto como falta de tiempo, que el gimnasio aburre, o que estamos esperando el día adecuado para empezar. ¡Dejá de lado las excusas! No hace falta pasarse horas practicando una disciplina. Existen actividades como caminar o trotar que con hacerlas durante 15 minutos diariamente notarás una gran diferencia.
Si te aburren los gimnasios puedes optar por la natación, el baile, tenis, fútbol, bicicleta y diversas actividades al aire libre con las que, además de ejercitarte, seguramente te divertirás un montón. Y cualquier día es bueno para empezar.
Para conseguir tu actividad ideal ten en cuenta que se ajuste a tus necesidades, que te guste, que te quede cerca del lugar donde vives o de tu trabajo, y establece unas metas, unos objetivos reales que puedas lograr para mantener la motivación. Consulta siempre con tu médico y profesor de gimnasia que actividad física es la más adecuada para vos.
Es importante tener en cuenta que si hace mucho que no haces actividad lo mejor es comenzar despacio, con un ejercicio ligero y gradualmente ir aumentando la intensidad y la duración del ejercicio.
Recuerda utilizar calzado y ropa adecuada, además de siempre realizar un estiramiento antes de empezar cualquier actividad, esto permitirá que tus músculos y articulaciones sean más flexibles. Hace lo mismo cuando termines de realizar el ejercicio.
Si no podés hacer una actividad programada, sé más activo en tu vida cotidiana. Por ejemplo podés ir en bicicleta al trabajo, evitar los ascensores y escaleras mecánicas, o simplemente ir caminando a la mayoría de los lugares a los que concurras. Recordá que antes y después de realizar actividad física es importante alimentarse e hidratarse en forma correcta, esto te ayudará a tener más rendimiento y evitar la fatiga.
No debes olvidar la alimentación saludable para complementar tu actividad física, en las mañanas podes optar por algo práctico y liviano como combinar un yogurt con una barra de cereal o granola y una fruta, o un jugo de naranja y un par de tostadas o galletitas integrales con queso.
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Ten en cuenta que antes de ejercitarte debe pasar 1 hora después de comer para respetar la digestión, en ese tiempo se absorben los nutrientes que te darán la energía para alimentar la masa muscular.
Mantente siempre hidratado, antes, durante y después del ejercicio, lleva siempre contigo una botellita de agua cuando hagas actividad física. En verano prefiere hacer actividades cuando baja el sol, primeras horas de la mañana o al atardecer.
