Las piernas son una parte maravillosa de nuestro cuerpo.
Cuando tenemos molestias a raíz de la mala circulación en los miembros inferiores y las ignoramos, entonces estas molestias pueden convertirse en males mayores como várices y hasta trombos. Debemos cuidar nuestras piernas de la mala circulación no sólo por una cuestión estética sino, como vemos, por nuestra salud.
Algunos síntomas que pueden indicar la mala circulación en las piernas son: pesadez, dolor, calambres, heridas que no cicatrizan, llagas, cambios de color, várices, etc. Siempre que sientas algo extraño consultalo con el médico clínico o con el flebólogo que se especializa en esta problemática.
Aquí van algunos consejos para mejorar la circulación de las piernas.
Movimiento y masajes
Debemos tratar de hacer ejercicio, especialmente bicicleta y natación son los deportes buenos y fáciles para practicar para mantener los músculos y la circulación en actividad.
Es recomendable subir las piernas para facilitar el retorno venoso luego del ejercicio y evitar estancamiento de sangre. También es aconsejable no exponer las piernas a grados de calor demasiado elevados y tampoco usar ropa demasiado ajustada especialmente mientras hacemos deporte.
Los masajes casi siempre son excelentes pero los debe realizar un profesional, para evitar la rudeza y presión exageradas.
Mantener una nutrición sana es fundamental
Las vitaminas (principalmente la vitamina E y la B3) y los minerales (magnesio, selenio) son fundamentales para una buena circulación sanguínea. Es muy importante además todo lo que ayuda a bajar el nivel de colesterol y depósito de grasas, como el aceite de chía, el aceite de pescado, el lino. También es bueno saber que la lecitina de soja y el jengibre colaboran mucho a fluidificar la sangre y disminuir el colesterol así como la alcachofa colabora para bajar la presión arterial y prevenir la arteriosclerosis.