La relación entre el hombre y el sésamo se remonta al año 3.000 AC cuando ya eran utilizadas por los Sirios y está registrado como el primer condimento de la historia.
Aproximadamente para el mismo tiempo, una gran variedad de plantas florecieron a través del medio oriente y Asia, donde hasta el día de hoy sus semillas y aceites son utilizados a nivel culinario, medicinal y estético.
Bajo el nombre científico de Sesamum Indicum, la planta de floración anual llega a medir hasta casi 2 metros. Son las semillas de sésamo las que le dan ese toque almendrado a la cocina asiática y es la base de la Tahina o Tahini (pasta de semillas de sésamo) y el dulce llamado Halvah.
Las semillas de sésamo contienen dos sustancias únicas, el sesamina y la sesamolina, ambas fibras han demostrado lograr bajar el nivel de colesterol en sangre y protejen eficazmente al hígado de los daños oxidativos.
Las semillas de sésamo también son una rica fuente de fitoesteroles, compuestos vegetales similares al colesterol. Cuando los fitoesteroles están presentes en las cantidades apropiadas en el organismo, logran bajar el nivel de colesterol en sangre, mejoran la respuesta inmune y disminuyen el riesgo de aparición de ciertos cánceres. de acuerdo a un estudio publicado por el Journal of Agricultural and Food Chemistry de USA, las semillas de sésamo representan la mayor fuente de fitoesteroles con 400 mg de éstos cada 100 gramos de semillas enteras.
El sésamo es una gran fuente de cobre y calcio y son también muy buena fuente de manganeso, hierro, fósforo, vitamina B1 (tiamina), zinc, vitamina E, proteínas y fibras.
El aceite de sésamo ha sido usado como aceite medicinal por miles de años. Sus propiedades antibacteriales y antivirósicas han sido usadas para tratar enfermedades de la piel como las producidas por stafilococos y estrepstococos como los hongos dérmicos comunes y el pie de atleta.
El aceite de sésamo es un anti inflamatorio natural. En la India se utiliza actualmente en exprimentos para desbloquear arterias. Los médicos ayurvédicos de Holanda utilizan este aceite para tratar enfermedades crónicas como la hepatitis, la diabetes y las jaquecas o migrañas. en un estudio llevado a cabo en la universidad de Maharishi en Fairfield, Iowa, Estados Unidos, los estudiantes que enjuagaban sus bocas con aceite de sésamo reportaron una reducción del 85% en las bacterias causantes de la gingivitis.
El aceite de sésamo puede ser utilizado en forma de gotas nasales para tratar la sinusitis crónica y para atacar las bacterias comunes. También ha probado aliviar a los enfermos de psoriasis y para tratar la caspa en los niños.
Aplicado luego de la exposición de la piel al viento o al sol, el aceite de sésamo ha demostrado calmar el dolor. El aceite de sésamo también es utilizado para proteger a la piel de los efectos del cloro en las piscinas de natación. Es indiscutible sus beneficios al neutralizar los radicales libres y se utiliza en la piel antes y después de la exposición tratamientos con radiación.
El aceite de sésamo puede ayudar a curar y mantenerla losanía de la piel en personas de todas las edades. Generalmente utilizado en bebés, el aceite de sésamo es un potente protector de la piel que está en contacto permanente con el pañal evitando irritaciones y protegiendo a la criatura de virus y bacterias. Los adolescentes pueden usar el aceite de sésamo para controlar el acné juvenil y neutralizar sus toxinas.