El zinc es un mineral esencial para el sistema de defensa del cuerpo, mejorando la respuesta inmunitaria natural en todas sus células, dado que forma parte junto con el cobre y el magnesio de la enzima SOD, el superóxido dismutasa, eliminador de radicales libres del oxígeno. Como gran aliado del sistema inmune protege al organismo contra infecciones externas ocasionadas por el sedentarismo, el estrés, la falta de descanso y la mala alimentación.
Este micronutriente tiene un papel básico durante el crecimiento, interviniendo en el normal desarrollo durante el embarazo, la niñez y la adolescencia. Pero también es importante para personas que realizan planes de descenso de peso muy restringidos, los ancianos y los deportistas por su mayor grado de exigencia. Es importante tener en cuenta lo importante de una dieta suficiente, completa equilibrada y armónica adecuada según edades y momentos de la vida.
El zinc está presente en distintos alimentos pero su absorción es mayor si proviene de proteínas animales: carnes, pescados, yema de huevo, carnes de cordero, hígado, ostras, aves, sardinas, mariscos. En cuanto a fuentes de origen vegetal se puede encontrar en: levadura de cerveza, algas, soja, cereales integrales.
Con los violentos cambios de temperatura de hoy en día con el uso excesivo del aire acondicionado no es exclusivo del invierno, son tan frecuentes como molestos los resfríos comunes. Según un reciente artículo de la BBC de Londres, “científicos en Canadá afirman que las tabletas de zinc pueden acortar la duración del resfriado en los adultos”. El estudio publicado en Canadian Medical Association Journal (Revista de la Asociación Médica Canadiense) reveló que comparado con un placebo, el zinc “redujo significativamente los síntomas del resfriado”.
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